Los drones de consumo están ganando cada vez más protagonismo a medida que pasa el tiempo. Van a desempeñar un papel cada vez más importante en nuestras vidas, y esta es una realidad que no podemos evitar. Por un lado, los drones de consumo tienen naturalmente algunas ventajas. Proporcionarán una eficiencia y una velocidad que nunca hemos experimentado realmente. No hay duda de que los drones de consumo ofrecen una interesante medida de beneficio para el mundo.
Al mismo tiempo, no podemos ignorar los peligros que presentan los drones de consumo. Hay una serie de posibles desventajas que deben tenerse en cuenta.
Sin duda, los drones demostrarán ser la mejor opción para transportar de forma segura materiales frágiles y peligrosos. La otra cara de esta situación es la noción de privacidad . Hay algunas preocupaciones profundas sobre la privacidad y los drones de consumo que deben abordarse. Como especie que ya es perpetuamente (y razonablemente) paranoica ante cualquier posible invasión a nuestra privacidad, algunas personas ya están reaccionando enérgicamente a los drones de consumo que infringen lo que perciben como sus límites personales. No hace falta viajar muy lejos para encontrar noticias de personas que atacan a propietarios de drones cuando descubren que están siendo grabados por los dispositivos.
Además, las implicaciones de los drones de consumo en ciertos niveles pueden llegar a ser francamente espeluznantes. Por ejemplo, considere la idea de que con un dron, esencialmente puede seguir a quien quiera. A medida que las baterías de los drones se vuelvan cada vez más fuertes, puede esperarse que las personas tengan la capacidad de rastrear a otras personas durante largos períodos de tiempo . Podrá tomar fotografías de personas desde sus ventanas. Podrá tomar fotografías o grabar videos de personas en sus casas o apartamentos. Es difícil imaginar que nadie quiera usar drones de consumo para fines que no sean honestos.
También hay que tener en cuenta cuestiones de seguridad. Más allá del hecho de que los drones pueden utilizarse para arrojar objetos, también hay que tener en cuenta la probabilidad de que caigan del cielo . No solo tenemos problemas de seguridad física, sino también de funcionalidad. Si un dron dejara caer algo que tal vez sea peligroso, las consecuencias podrían ser catastróficas a nivel mundial. No es el escenario más probable, pero es uno que vale la pena tomar muy en serio.